Sensibilidad dental: ¿cuándo es normal y cuándo es señal de algo más?
- Dr. Cristian Ibarra.

- 4 oct
- 2 Min. de lectura
Un helado, un café muy caliente o incluso un simple cepillado… y de repente aparece esa punzada aguda que recorre tus dientes. La sensibilidad dental es más común de lo que imaginas y, aunque muchas veces se considera algo pasajero, no siempre es así. Detrás de esa molestia puede esconderse algo que merece atención.
La sensibilidad ocurre cuando la capa protectora del diente (esmalte o encía) se
desgasta o se retrae, dejando expuesta la dentina, que contiene miles de pequeños túbulos conectados con el nervio. Al entrar en contacto con estímulos fríos, calientes, dulces o ácidos, esos túbulos transmiten el dolor de manera inmediata. Es normal sentir sensibilidad de forma ocasional, sobre todo después de un blanqueamiento dental, tras un procedimiento odontológico o al consumir alimentos muy extremos en temperatura. En esos casos, la molestia suele ser temporal y desaparece al poco tiempo.

Pero cuando la sensibilidad es persistente, cada vez más intensa o aparece sin una causa aparente, entonces ya no hablamos de algo “normal”. Puede estar relacionada con caries en desarrollo, fisuras dentales, retracción de encías, desgaste por bruxismo o incluso problemas periodontales. En todos estos escenarios, la sensibilidad no es el problema en sí, sino un aviso de que algo está afectando la salud de tus dientes.
Un error común es pensar que basta con cambiar la pasta dental o evitar ciertos alimentos para resolverlo. Si bien estas medidas pueden aliviar un poco, no solucionan la raíz del problema. La única manera de saber con certeza qué está provocando la sensibilidad es a través de una valoración odontológica. Allí, el especialista podrá determinar si se trata de algo pasajero o si requiere un tratamiento específico como resinas, selladores, férulas de descarga o terapias periodontales.
Ignorar la sensibilidad dental puede llevar a complicaciones mayores, desde infecciones hasta la pérdida de piezas dentales. Por eso, no conviene acostumbrarse a vivir con esa punzada cada vez que comes o bebes.

En conclusión, sentir sensibilidad de vez en cuando puede ser normal, pero cuando se vuelve recurrente o dolorosa, es una señal de alarma que no debe pasarse por alto. Escuchar lo que tus dientes te están diciendo puede ahorrarte problemas futuros.
¿Tienes sensibilidad dental y no sabes si preocuparte? Agenda tu cita con nosotros y recibe una valoración completa para conocer la causa y la mejor solución para tu caso.








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