¿Por qué tengo mal aliento si me lavo los dientes todos los días?

“¿Cómo es posible que huela mal… si me lavo los dientes diario?”Créenos… no eres la única persona que se lo ha preguntado.

Muchos pacientes llegan al consultorio con la misma duda. Usan enjuague bucal, se cepillan religiosamente después de cada comida, incluso han probado esos chicles que prometen aliento fresco por horas… pero el mal olor no se va del todo. Entonces, ¿qué está pasando?

La verdad incómoda: lavarte los dientes no siempre es suficiente

Sí, lavarse los dientes es indispensable (y no hay excusas para no hacerlo), pero el aliento no depende solo de eso. De hecho, hay varios factores silenciosos que pueden estar saboteando tus esfuerzos por mantener una boca fresca… y a veces, ni siquiera tienen que ver con los dientes.

Uno de los más comunes (y olvidados) es la lengua. La superficie de la lengua acumula bacterias, restos de comida y células muertas. Esa capa blanca o amarillenta que a veces se ve… sí, eso. Ahí vive gran parte del mal olor.¿La solución? Limpiar tu lengua todos los días con un raspador lingual o con tu propio cepillo (con suavidad).

Las encías también hablan… y a veces huelen

Otro culpable frecuente es la gingivitis. Cuando las encías están inflamadas por acumulación de placa, comienzan a sangrar fácilmente… y sí, ese proceso también genera mal aliento. Lo preocupante es que muchas veces no duele al inicio, así que puedes tener gingivitis sin darte cuenta.

¿Y si el problema está más abajo?

Aunque suene extraño, problemas en el estómago o el sistema digestivo también pueden manifestarse a través del aliento. Reflujo, gastritis o infecciones estomacales pueden producir un olor desagradable que sube hasta la boca, incluso si llevas una rutina impecable de higiene bucal.

También hay condiciones como la diabetes no controlada o la boca seca (xerostomía), que alteran el equilibrio natural de la boca y facilitan el crecimiento de bacterias que huelen... bastante mal.

El mal aliento es un síntoma, no una condena

Lo más importante que debes saber es que el mal aliento persistente no se combate con más enjuague o más pasta de dientes… se trata de encontrar y tratar la causa real.

Una limpieza profesional cada 6 meses, una revisión completa de encías, lengua y dientes, y una charla sincera con tu dentista pueden marcar un antes y un después. Porque muchas veces, la solución es más sencilla de lo que imaginas… solo necesitas saber por dónde empezar.

¿Tienes mal aliento a pesar de cuidar tu higiene?Podemos ayudarte. Agenda tu cita con nosotros y resolvamos el problema desde la raíz.