Cómo la diabetes puede afectar tus encías (y viceversa)

Cuando hablamos de salud bucal, solemos pensar solo en dientes... pero lo cierto es que la boca y el cuerpo están profundamente conectados. Y uno de los vínculos más importantes —y menos conocidos— es el que existe entre la diabetes y las encías. Sí, lo leíste bien: tener la glucosa descontrolada puede dañar tu salud bucal… y una enfermedad periodontal puede, a su vez, complicar tu control de azúcar en sangre. ¿Cómo? Aquí te lo explico.

Empecemos por lo básico: ¿qué tiene que ver la diabetes con las encías?

Cuando una persona vive con diabetes, especialmente si no está bien controlada, su cuerpo tiene más dificultades para combatir infecciones. Esto significa que las bacterias que normalmente viven en la boca pueden aprovechar esa “ventana de oportunidad” para multiplicarse y provocar inflamación en las encías. El resultado: gingivitis, sangrado al cepillarse y, si no se trata a tiempo, periodontitis (una forma más avanzada de enfermedad de las encías que incluso puede causar pérdida dental).

Y no se queda ahí. La periodontitis no es solo un problema local. Es una inflamación crónica que libera bacterias e inflamación al torrente sanguíneo... lo que puede complicar el control de la glucosa en pacientes con diabetes. Es decir, la relación va en ambos sentidos: la diabetes favorece la enfermedad de las encías y la enfermedad de las encías puede empeorar la diabetes. Un círculo vicioso que muchas veces pasa desapercibido.

¿Cómo saber si hay señales de alarma?

Si vives con diabetes (o conoces a alguien que la tenga), pon atención a síntomas como:

• Encías que sangran fácilmente

• Mal aliento persistente

• Encías inflamadas o retraídas

• Movilidad dental

• Sensación de que los dientes “han cambiado de posición”

Estos pueden ser los primeros indicios de una periodontitis, y lo mejor es no dejarlos pasar.

La buena noticia: se puede prevenir (y tratar)

Aunque la conexión entre diabetes y salud bucal es fuerte, también es manejable. Con un buen control glucémico, una rutina de higiene constante y visitas periódicas al dentista, es completamente posible mantener las encías sanas y evitar que este problema avance. Y lo más interesante: se ha demostrado que tratar adecuadamente la periodontitis puede mejorar los niveles de glucosa en sangre, ayudando al control general de la diabetes.

Por eso, si vives con diabetes, tu dentista debe ser parte de tu equipo de salud. Y si ya has notado cambios en tus encías, no esperes a que el problema avance. En nuestra clínica estamos capacitados para atender estos casos con un enfoque integral y cercano, entendiendo que cada paciente es único y merece un plan hecho a la medida.

Porque cuidar tu boca no es solo sonreír bonito… también es cuidar tu salud general.