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Recesión gingival: por qué estas perdiendo encía y cómo puedes solucionarlo.

Cuando hablamos de una sonrisa sana, no solo pensamos en dientes alineados y blancos… también en encías firmes y bien posicionadas que enmarcan cada pieza dental. Sin embargo, muchas personas empiezan a notar con el tiempo que sus encías parecen “subirse” o retraerse, dejando más expuesta la raíz del diente. Este fenómeno se conoce como recesión gingival, y aunque suele avanzar de manera lenta, puede tener un gran impacto en la salud y la estética de la sonrisa.


La recesión no es únicamente una cuestión estética. Detrás de esa encía que se desplaza hay razones que conviene entender, porque ignorarlas puede derivar en molestias, sensibilidad o incluso la pérdida de piezas dentales.


Por qué estoy perdiendo encías

¿Por qué ocurre la recesión gingival?


Las causas son variadas y muchas veces se combinan entre sí. Una de las más comunes es el cepillado agresivo: usar demasiada fuerza o un cepillo de cerdas duras desgasta poco a poco el tejido. También encontramos el bruxismo, que al ejercer presión constante sobre los dientes, contribuye al desplazamiento de la encía.


La enfermedad periodontal es otra causa de peso, ya que la inflamación y el daño progresivo al hueso de soporte hacen que la encía se retraiga. Tampoco podemos olvidar factores como la genética, los cambios hormonales, el uso de piercings orales e incluso un mal posicionamiento dental que genere traumatismos repetitivos.


Consecuencias de la recesión gingival


Uno de los primeros síntomas que notan los pacientes es la sensibilidad dental, especialmente al frío o al calor, debido a que la raíz queda expuesta. Con el tiempo, también puede aparecer cambio en la estética de la sonrisa, ya que los dientes se ven más largos o desproporcionados.


Pero lo más importante no es lo que se ve, sino lo que ocurre “detrás de escena”: la recesión facilita la acumulación de bacterias, incrementa el riesgo de caries en la raíz expuesta y puede ser una señal de pérdida de soporte óseo. En casos avanzados, no atender el problema puede derivar en movilidad dental e incluso pérdida del diente.


Qué es la retracción de encías

Tratamientos para recuperar la encía


La buena noticia es que existen tratamientos para frenar y corregir la recesión gingival. El primer paso siempre es identificar la causa: si el problema proviene de un mal hábito de cepillado, se corrige la técnica y se recomiendan cepillos más suaves; si hay bruxismo, se puede indicar una férula de descarga; y si la causa es la enfermedad periodontal, se inicia un tratamiento específico para controlar la infección.


En cuanto a la recuperación estética y funcional de la encía, hoy contamos con procedimientos de cirugía plástica periodontal, como los injertos de encía o los colgajos de reposición coronal. Estos tratamientos, realizados por especialistas, permiten recubrir la raíz expuesta y devolverle a la sonrisa una apariencia natural.


Cuidar para prevenir


Aunque la recesión gingival tiene solución, lo ideal es prevenirla. Revisiones periódicas, una técnica de cepillado suave pero efectiva, y atender a tiempo cualquier señal de inflamación o sangrado, marcan la diferencia para conservar encías firmes y saludables durante toda la vida.


La recesión gingival puede parecer un detalle menor, pero en realidad es una alerta que tu boca te está dando. Atenderla a tiempo no solo protege tu sonrisa de futuros problemas, sino que también devuelve armonía y confianza. Si has notado cambios en tus encías o sientes sensibilidad en tus dientes, agenda una cita con nosotros y deja que un especialista evalúe tu caso para darte el mejor tratamiento.

 
 
 

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