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Gingivitis en adolescentes: señales de alerta que muchos padres ignoran

La adolescencia es una etapa llena de cambios: crecimiento acelerado, hormonas revolucionadas y nuevas responsabilidades… pero lo que pocos padres saben es que también es un momento en el que la salud bucal puede verse seriamente afectada. La gingivitis, esa inflamación de las encías que muchos adultos asocian con malos hábitos de higiene, aparece con frecuencia en jóvenes, incluso en aquellos que parecen cepillarse bien. Lo preocupante es que la mayoría de las veces pasa desapercibida, y cuando se detecta, ya está más avanzada de lo que debería.


Gingivitis en adolescencia

¿Por qué los adolescentes son más propensos a la gingivitis? Hay varios factores que se combinan: cambios hormonales que hacen que las encías reaccionen con más sensibilidad a la placa bacteriana, una dieta cargada de azúcares y alimentos ultraprocesados, e incluso el uso de brackets, que dificulta la limpieza adecuada. A esto se suma algo común en la adolescencia: la falta de constancia. Aunque se cepillen los dientes, muchas veces lo hacen con prisa, olvidando usar hilo dental o simplemente pasando por alto esas zonas donde se acumula más placa.


Las señales de alerta suelen ser claras, aunque muchos padres no las identifican a tiempo. El sangrado al cepillarse no es “normal”, aunque muchos lo minimicen diciendo “es que me cepillé fuerte”. Las encías rojas, inflamadas o que se ven “brillantes” también son un aviso. El mal aliento constante, aunque el joven se lave los dientes, puede ser otra pista de que las bacterias están causando estragos bajo la línea de la encía. Y quizás lo más peligroso: en las primeras fases, la gingivitis no duele, lo que hace que los adolescentes no se quejen y los padres no se preocupen.


El problema es que la gingivitis no tratada no se queda ahí. Con el tiempo, puede avanzar a una periodontitis, una enfermedad mucho más grave que no solo afecta las encías, sino también al hueso que sostiene los dientes. Y aunque pensamos que eso es algo “de adultos”, la realidad es que cada vez más jóvenes llegan a las clínicas con problemas avanzados en sus encías… problemas que podrían haberse prevenido con una detección temprana y visitas regulares al dentista.


Problemas en las encías

La buena noticia es que la gingivitis en adolescentes tiene solución y, mejor aún, puede prevenirse. Una limpieza profesional elimina la placa y el sarro acumulado que el cepillado no logra quitar, y con la orientación adecuada, el adolescente puede aprender técnicas de higiene más efectivas. Además, los controles periódicos permiten vigilar de cerca los cambios y evitar que lo que parecía algo “mínimo” termine convirtiéndose en un problema serio.


Si eres padre, presta atención a esas señales: encías que sangran, inflamación, mal aliento persistente… No lo dejes pasar. La salud bucal de tu hijo adolescente puede marcar la diferencia no solo en su sonrisa hoy, sino también en la salud de sus dientes en el futuro.


¿Has notado alguna de estas señales en tu hijo? Agenda una cita con nosotros y déjanos ayudarte a cuidar de su sonrisa antes de que sea demasiado tarde.

 
 
 

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